jueves, 17 de noviembre de 2011

Hola a todos, os mandamos este correo para informaros de cómo va todo.

Tras los problemas de suministro de material, negociaciones y renegociaciones con los trabajadores, etc.. la obra marcha ya con un ritmo acelerado.

Hemos escalonado el proceso de ejecución de la obra. Finalmente haremos 5 módulos (10 refugios), las letrinas (una para hombres y otra para mujeres), Un deposito enterrado de 4000 litros, el sistema de recogida de agua desde la cubierta hasta el depósito (por medio de canalones y red enterrada de PVC), un campo de recreo con porterías y una zona de cultivo extensa para cada vivienda donde pensamos plantar los principales arboles frutícolas de la zona (banana, mango, guayaba y otros árboles con nombres impronunciables pero muy productivos). Se trata de crearles una zona "residencial" con autosuficiencia para poder vivir aquí sin problemas.

Además de ello, dejaremos todo solventado para la construcción de la casa de Agustín, en su terreno de Puerto Principe, tarea de la que se encargará Chantale (gestionando el dinero y coordinando junto con Patrick) y Casimire como jefe de obra.

También estamos con la gestión de encontrar las familias que van a ocupar los 10 refugios. Paco y Chantale se están encargando de visitar campamentos de damnificados y hacer la identificación de beneficiarios, de acuerdo con los criterios que hemos adoptado.

Hemos decidido que la propiedad del refugio sea la señora de la casa. Son los verdaderos motores de la familia en esta zona y nos parece más razonable. Igualmente buscamos familias con 3 niños/as pequeños, para que haya interacción entre ellas. Meter 30 niños/as en total en una zona con posibilidad de jugar, sin peligros y en condiciones al menos, mejores que en las que se encuentran, es un logro para el proyecto.

El refugio en cuanto a confortabilidad es muy bueno. La ventilación en la parte superior entre las vigas y el arriostramiento de madera refresca mucho el interior. Es muy agradable, incluso se está mejor que en la casa en la que dormimos (en cuanto a temperatura evidentemente y aunque parezca mentira).

El problema de durabilidad del saco lo hemos solucionado incorporándole a la mezcla algo de cemento. Tras las primeras hiladas he decidido rebajar el agua en la mezcla y rellenarlo húmedo únicamente porque nos da la sensación que no conseguimos la misma adherencia entre los propios sacos que con el relleno en seco. A lo largo del día de hoy veremos el resultado y os comentamos.

Las maderas se deterioran rápidamente, al menos las más expuestas (hojas de los vanos). Las que conforman la estructura de cubierta aguantan mejor. No nos ha sido posible comprar los tubos protectores de los alambres, pero con la resistencia que coge el saco no es necesario. No llega la tensión a afectarle.

El añadirle el cemento, evita el asiento del relleno del saco, no perdiendo volumen ni descendiendo la línea de apoyo de cubierta. De esta manera los alambres no se quedarán destensados.

No todo es positivo con la incorporación del cemento. El producto final se ve encarecido. A la vuelta organizaremos un día para elaborar una ponencia y hacer un análisis detallado de todo, con los pros y los contras.
Ciertamente, este tipo de construcción está proporcionando mayor durabilidad al conjunto, aunque también va a resultar interesante, -pensando en la construcción inmediata, sencilla y masificada- simplificar al máximo el diseño, eliminando diversos elementos y modificando otros. Planteandolo desde "el punto de vista del bombero". Ambas opciones pueden resultar muy interesantes y serán objeto de discusión.

Como todos habéis estado aquí ya conocéis la situación. Chantale es el gran apoyo en este proyecto y los trabajadores la respetan muchísimo. Están trabajando muy duro y no tienen nada que envidiar a un obrero cualificado de los que estamos acostumbrados. Eso si, cuando se les da una orden o un criterio tardan mucho en entenderlo, más que mucho una eternidad, pero una vez asumida dicha orden y comprendida, son como un motor de tractor, rudos pero eficientes. Considerando las condiciones en las que trabajan, calor, humedad, sueldos, etc… estamos bastante contentos. Ahora mientras que os escribo estas líneas hay algunos que incluso cantan… o lo intentan.

La incorporación de Charles, facilita la movilidad de los equipos al tener otro traductor en quien apoyarse. Es una apreciación personal pero, después de tanto tiempo (25 año sin pisar su país) le es muy difícil vivir lo que está viviendo. Encontrarse a su país en estas condiciones no es nada agradable. También hemos vivido el momento “SORPRESA SORPRESA” del reencuentro con su hija en el que estaba como un flan.

En resumidas cuentas, muy positivo, tal y como nos dijo alguien, “todo en esta vida tiene solución” y así se va andando camino. Afortunadamente la suerte ha estado esta vez de nuestro lado y las gestiones han resultado muy prósperas, -la experiencia es un grado...- y le vamos a dejar todo muy encarrilado al equipo que viene para que finalicen la obra.

Seguimos trabajando.

Un abrazo a todos.

VICENTE MEDINA

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