por Sandra Garre,
enfermera de Bomberos en Acción,
cooperante en Haití
Tuve miedo, en pocos minutos aterrizaba nuestro avión, mi corazón latía a toda prisa, mis manos sudaban, nuestras miradas atentas y expectantes buscaban Haití a través de las ventanas del avión de la ONU en el que viajábamos, ahí estaba... necesitábamos estar ahí, necesitábamos darlo todo...
Los aviones sobrevolaban encima de nuestro puesto de mando, el ruido era estruendoso los primeros días...los mosquitos, el calor, el polvo,el sudor nos acompañó durante aquellos días.... las sonrisas, las muestras de cariño y el apoyo de mis compañer@s me acompañaron y transformaron mis miedos.
Salimos a la calle,todo parecía alborotado,pero en realidad todo estaba en calma,los haitianos seguían su ritmo normal...viviendas derrumbadas,casetas de chapa, plástico y telas ocupaban la ciudad, también la basura ,los haitianos tienen hambre,tienen mucha sed...los niños sonríen ,los adultos también, nos dan la mano.
Que Dios te bendiga...me decía su voz... me decían sus ojos...
Los haitianos gritan cánticos para velar a sus difuntos, se escuchan oraciones de los que han sobrevivido. Sus vestidos son blancos,visten el luto por sus seres queridos. En Leogane montamos nuestro hospital de campaña, los haitianos acuden, niños , jóvenes ,mayores, ellos nos ayudan, se organizan.
Sus pieles oscuras y duras, sus heridas físicas, sus heridas invisibles pero visibles a través de sus ojos, nos invaden. Nos sonríen ,nos dan las gracias y nos bendicen.
Que Dios te bendiga... me decía su voz...me decían sus ojos....
Gracias compañeros y amigos por darlo todo a cambio de nada y a cambio de mucho. Os echo de menos haitianos ,os echo de menos compañeros, gracias por formar parte de esta experiencia, que es nuestra experiencia.
La muerte no tiene la ultima palabra, en nuestras manos esta el cooperar,compartir y solidarizarnos.
Sandra
16 de Febrero de 2010
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